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Breve reseña de la Iglesia Presbiteriana de Chile

La Iglesia Presbiteriana de Chile fue organizada el 7 de junio de 1868 en la ciudad de Santiago y fue la primera iglesia protestante chilena cuyo origen estuvo en la respuesta, responsabilidad y celo misionero del Dr. Rev. David Trumbull y de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos.

El 13 de junio de 1883 se organizó el Presbiterio de Chile, cuerpo eclesiástico de gobierno democrático representativo que dirigió, administró y propulsó la tarea fundamental de la Iglesia Presbiteriana de Chile, que es la evangelización, esto es, la proclamación de Jesucristo como único Mediador y Salvador del hombre, según lo establecen las Sagradas Escrituras, la Biblia.

Adopta la Constitución de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos de América, que contiene la forma característica del ser presbiteriano.

La Constitución de la Iglesia Presbiteriana de Chile contiene cuatro documentos básicos que regulan su vida eclesiástica: Confesión de fe, Forma de Gobierno, Libro de Disciplina y Directorio de Culto; documentos que contienen las convicciones decisivas o fundamentales en la formación de lo que se conoce como estilo presbiteriano o calvinista, entre las que destacan: la Biblia, única regla de fe y conductala soberanía de DiosCristo, el centro de la vida y de la historia, el único Salvador del hombreDios es el único Señor de la conciencia; y el sistema de gobierno democrático representativo.

La Iglesia Presbiteriana de Chile, administrativamente Presbiterio de Chile, fue respetuosa del espíritu y forma de la constitución que adoptó, se sujetó a todas las normas, doctrinas y características presbiterianas, y cuando recibió el desafío de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos, de constituirse en una iglesia independiente (de gobierno autónomo), procedió a encaminar y oficializar (según las normas constitucionales) la petición correspondiente al Sínodo de Nueva York, el que aprobó y a la vez remitió a su Consejo Superior, a saber, la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos de América, la que aprobó y ratificó lo acordado por el Sínodo de Nueva York , determinando que después del 1 de enero de 1964, el Moderador en ejercicio del Presbiterio de Chile convocara a dicho consejo para constituirse como el Sínodo de la Iglesia Presbiteriana de Chile y organizara para ello tres Presbiterios bajo su jurisdicción.

El trascendental acto de organización se llevó a cabo el 14 de enero de 1964, y fue presidido por la autoridad máxima de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos de América de aquel entonces, el Dr. Rev. Silas Kessler, quien en el culto de constitución del nuevo Consejo instaló a quien fuera electo en aquella ocasión como Moderador, el Rev. Horacio González Contesse.

La Iglesia Presbiteriana de Chile ha luchado incesantemente por ser fiel a Jesucristo, según se enseña en las Sagradas Escrituras (la Biblia); ha instado a su membresía a ser responsable de sus actos en el orden secular, según las enseñanzas de la Biblia; ha enseñado infatigablemente a su membresía para que crezca en el ejercicio responsable de su libertad y consecuentemente llevar a la práctica el característico sistema de gobierno presbiteriano; ha insistido ante su membresía, desde antes de 1935 (año que marca un hito en la historia de la Iglesia), en la necesidad de sostener nuestra Iglesia en sus distintos niveles y actividades de expansión misionera y edificación espiritual, mediante los diezmos y ofrendas, como señal de que toda la vida ha sido consagrada a Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, delante de quien hemos de decir después de todo lo que pudiéramos haber hecho: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer hicimos” (Lucas 17:10).